jueves, 15 de abril de 2010

UNA POBLACION ES HOY ESCUCHADA: PRIMER MATRIMONIO GAY EN AMERICA LATINA por Sebastián Rodríguez Alarcon

La población LGBT entendida como: Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales, llega a las concepciones de cada persona de acuerdo a su ideología mental, bien sea conservadora o liberal diversas expresiones y concepciones despierta cuando se habla de esta población, altamente discriminada a lo largo de la historia de la humanidad. Se trata de una población invisibilidad por la cultura, puesto que al ir en contra de los parámetros que establecen la “normalidad” dentro de unas relaciones interpersonales de hombre y mujer, pasa a convertirse en relaciones entre parejas del mismo sexo. Estas, han desatado una serie de prejuicios contra la misma, en los que principalmente recae la moralidad, la iglesia y en ultimas el reflejo de todas estas mediante una institución que las regule con su expresión máxima, como lo es la ley. Para esto, desde de los años sesentas, movimientos alrededor del mundo con origen en los Estados Unidos, tras escándalos discriminatorios específicos en Nueva York y San Francisco, desataron el fervor por la lucha de sus derechos. De esta forma, conglomeraciones de números activistas alrededor del mundo luchan día a día para que sus derechos civiles sean reconocidos en todas las instancias sociales existentes, borrando su invisibilización para llegar a ser concebidos dentro de ese margen de normalidad que la sociedad ha impuesto. Así, se busca erradicar la denominada discriminación que se ha venido ejerciendo a lo largo de los años contra esta población. Población que mantuvo un silencio durante siglos y hoy en día busca su “libertad”.
El 20 de Diciembre de 2009 se convertirá en un día inolvidable para la población LGBT de la Ciudad de México, dado al logro que podría denominarse como uno de los más grandes avances legislativos en toda América Latina.
Siendo este un tema polémico, al tener un contenido que rompe con los paradigmas que se han establecido y han regido la humanidad desde la invención de la figura del matrimonio siglos atrás. Se convierte entonces para sorpresa de todos; en una sociedad de la que se creía estaba sumergida en el atraso por sus altos niveles de religiosidad, haciendo de esta una población caracterizada por tener un sesgo al esperar continuamente la aprobación de la iglesia sobre declaraciones morales e inmorales sobre cómo se debe regir la sociedad. Hoy las noticias sorprenden con nuevas noticias.
Son quienes dicen, que la ley resulta ser el reflejo de las culturas. Dado que son estas las que rigen la sociedad, en consecuencia generar un cambio que controvierta lo estipulado, resulta entonces lo que para unos podría denominarse “avance” y para otros más conservadores la “decadencia” de la misma.
Se aprobó en Ciudad de México el matrimonio entre parejas del mismo sexo, siendo este el primer lugar en América Latina en permitir en su legislación este derecho a la población LGBT. La aprobación se llevo a cabo dentro de las instalaciones del recinto legislativo, en el que los senadores de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, votaron con 39 votos a favor, 20 en contra y 5 abstenciones la aprobación del matrimonio homosexual. La decisión incluye dar los mismos derechos del matrimonio de heterosexuales a parejas del mismo sexo. Este incluye adopción de niños, aplicación a créditos bancarios como familia, seguridad social para el cónyuge. Derechos que durante un largo tiempo fueron negados, y regulados algunos mediante la figura de Uniones Civiles permitidas hasta entonces.
El matrimonio es una institución jurídica que regula y protege los derechos y obligaciones de los cónyuges así como entre ellos mismos, así como los derechos para con sus hijos. En occidente, el matrimonio ha constituido como finalidad principal la construcción de una familia, concentrando en sus pilares que este debía suceder entre parejas de diferentes sexos. Concepción que ha sido cambiada en los últimos treinta años y elemento que ha sido objeto de moderaciones debido a la introducción del matrimonio gay. Ahora, es esta la figura por la que miles de parejas homosexuales han luchado los últimos años para que les sea concebido tales derechos.
El problema que resuelve la creación de esta institución jurídica, consiste precisamente en la creación de una norma que a pesar que dice ser permitida para todos los “humanos” (dentro de un margen de restricciones), contiene una prohibición en la que se ve principalmente afectada una población tradicionalmente discriminada como lo es la comunidad LGBT. La discriminación proviene de décadas atrás con la invención de las llamadas “Uniones Civiles”, en la que previo al matrimonio, varios países adoptaron las Uniones Civiles o también conocidos como “Parejas de Hecho”; cada figura adaptada de acuerdo a una naturaleza especifica dentro de una serie de requisitos y efectos diferentes, dependiendo del contexto social, histórico, sociológico, jurídico y político de cada país. Dado que se considera que las uniones civiles que ofrece la ley en ciertos lugares tienden a solo respetar los intereses inmediatos, sin mirar el trasfondo de la norma, se ha considerado que se tratan de instituciones que violan los derechos humanos de esta población, y en consecuencia fomentan una “discriminación institucionalizada” al generar ciudadanos de segunda clase.
En consecuencia la permisión del matrimonio homosexual se trata de la solución a un problema que repercute en la discriminación de género, a la misma población por su condición sexual, que en consecuencia vulnera derechos como a la conformación de una familia, derechos civiles, entre otros. Derechos que por la sola condición de ser humanos deberían ser accedidos por todas las personas sin excepción alguna. Se trata de una figura que representa el amor entre dos personas, exteriorizado por un ritual tradicional milenario de creación netamente humana. Preceptuar que su prohibición refiere al hecho que no es “natural” puesto que no provoca una reproducción de la raza, no significa que la sociedad tenga el poder de decisión para brindar amor y afecto en parejas del mismo sexo. No solo para entre ellos mismos, sino la oportunidad de adopción de niños, la creación de una familia, brindar nuevas oportunidades, entre muchos otros factores que podrían resultar a favor del gran avance.
El rompimiento de estas barreras legislativas, tienen un fin especifico, como bien mencione anteriormente, la ley tiende a ser el reflejo de la sociedad, sus concepciones y preceptos se ven marcados por lo que se considera moralmente bueno; De esta forma, en la medida que las concepciones de las sociedades cambian, movimientos alrededor del mundo generan una concientización para que se incluyan poblaciones minoritarias en la sociedad, para que tengan voz y sean consideradas como parte activa de la sociedad; en consecuencia tengan así los mismos derechos que todos tienen. En conclusión, la aprobación de esta ley en Ciudad de México, no se trata de una solución que aterriza únicamente a la figura del matrimonio como tal, sino también ofrece una solución, una salvación a la población LGBT que le da no solo voz sino participación integral en la sociedad.
En consecuencia, es claramente verificable el poder que la ley tiene sobre la sociedad, en la medida que a pesar que somos consientes del cambio de mentalidades que ocurre en la sociedad, en cierta medida, esta requiere la aprobación de una instancia que la regule, para que en esa medida termine por obligar a los que no piensan de esa forma, viendo el debido “deber ser” de las cosas.
Un gran paso legislativo fue llevado a cabo, “Durante siglos leyes injustas prohibieron los matrimonios entre blancos y negros o indios y europeos, se prohibió el amor extranjero. Hoy todas esas barreras han desaparecido", afirmó el diputado Víctor Romo, del Partido de la Revolución en Ciudad de México .
Claramente instituciones tradicionales como la iglesia defiende su posición en contra con argumentos tales como “La iglesia condena a las personas, sino a los actos homosexuales y la iniciativa de matrimonio entre el mismo sexo - Arquidiócesis de México .
Dentro del contexto Latinoamericano, las uniones civiles son reconocidas en Colombia, Buenos Aires y el estado de Coahuila en México, así como en Uruguay junto con la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo. El hecho que Ciudad de México dentro de un país federalista diera el primer paso para la aprobación de la dicha legislación, significa que son 32 estados restantes para la aprobación de todo el país, así como un trabajo legislativo más arduo en los países que ya poseen las instituciones que conceden derechos civiles a estas parejas. Seguirán años de avance y discusión, en especial en una sociedad tan conservadora, aferrada a las concepciones religiosas como los es América Latina. Pero claramente vemos como en el resto del mundo, la pronunciación de unos pocos, llevara al progreso del resto paulatinamente.

Bibliografía:
• http://www.nytimes.com/aponline/2010/03/04/world/AP-LT-Mexico-Gay Marriage.html?_r=1&scp=7&sq=gay%20marriage&st=cse
• http://www.elnuevodiario.com.ni/internacionales/64543

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