martes, 20 de abril de 2010

¿Comparendos o educación? Lecciones del caso inglés por Rosa María Puentes

La noticia se desarrolla en el condado de Dorset en Inglaterra. Narra como uno tras otro, los conductores de automóviles detenidos por la policía, intentan evitar la multa o comparendo por medio de excusas. Por esto se ha iniciado una campaña llamada “no excusas”, que busca a través de la publicidad, educación y un mayor control policial, que se reduzcan los accidentes que son consecuencia de la distracción del conductor. Una de las conductas es la de distraerse por el uso del celular, ésta es fácil y no tiene graves consecuencias para el conductor, punto clave que se quiere cambiar con el programa. Policialmente la medida consiste en poner más patrullas en las calles que detengan a los infractores, para imponerles una multa de 60 libras y que estos escojan entre un curso de conciencia al manejar o una penalidad de 3 puntos en su licencia de conducción.
Estudios han comprobado que el hecho de manejar hablando por celular, incrementa el riesgo de accidente. Por esto desde el 27 de febrero de 2007, en el “Road safety act” se incrementó la multa que penaliza esta conducta, de 30 libras a 60 libras.
El “Road Safety Act” recibió la aprobación real el 8 de noviembre de 2006. Este documento contiene una serie de medidas, que buscan reducir los accidentes y garantizar la seguridad en las vías inglesas. Ahora bien, cabe preguntarnos ¿Cómo puede un programa de este estilo o la imposición de multas ayudar a la reducción de la accidentalidad en las vías?.
Es un problema serio y meceré atención, sobretodo porque existen diferentes estudios que comprueban la veracidad de esta afirmación, “hablar por celular, incrementa el riesgo de accidente”. Así lo establece la Universidad de Utah, en el estudio que comprueba que manejar hablando por celular, es igual a manejar borracho. Es decir, la persona se encuentra en un estado de incompetencia igual al de un borracho.
Así las cosas, veremos qué solución se le ha dado en Colombia a este problema. La ley 1383 de 2010 contempla en su artículo 131 C.38 que, será sancionado con multa equivalente a 15 salarios mínimos vigentes el conductor que incurra en la siguiente infracción: usar sistemas móviles de comunicación o teléfonos instalados en los vehículos al momento de conducir, exceptuando si estos son utilizados con accesorios o equipos auxiliares que permitan tener las manos libres. Además la secretaria de movilidad junto con la policía metropolitana de Tránsito de Bogotá, han iniciado una campaña llamada “no te desenfoques” que consiste en concientizar a los conductores sobre su responsabilidad de manejar sin hablar por celular. Para lograr el objetivo, se realizarán operativos todos los días las 24 horas en las localidades de Bogotá.
Esta campaña se inició debido a que para el mes de abril de 2009, en lo que llevaba de recorrido el año, ya se habían puesto 21.891 comparendos por ir hablando por celular.
Parece ser que las dos formas de afrontar el problema, tanto en Inglaterra como en Colombia son bastante parecidas. En los dos países se imponen multas y a la vez hay campañas de concientización. Ahora bien, una de las razones por las que se empezó este programa en Colombia, fue porque a pesar de todos los esfuerzos de la secretaria de movilidad y de la policía metropolitana por educar a las personas, al no uso del celular mientras se maneja, estos no habían dado los resultados esperados. Será que esta nueva campaña lo logra? O será que tanto Inglaterra como Colombia están destinados a fracasar?. Cabe preguntarnos, ¿Es más costo-efectivo imponer multas, que realizar un proceso con un enfoque educativo?
Hablando desde una experiencia personal, como conductora habitual de las calles Bogotanas, encuentro que la imposición de multas poco efecto tiene en la conciencia de las personas. En realidad una multa no imprime o deja ninguna huella en la conciencia, además del dolor de perder unos cuantos pesos. La siguiente vez que uno se encuentre frente una llamada telefónica mientras maneja, no va a pensar en la multa, sino simplemente en contestar, por lo tanto se necesita una herramienta más eficiente que lleve a que los conductores, ellos mismos sean los que impidan su actuar antijurídico. Ahora bien, la campaña “no te desenfoques” se llevó a cabo porque otras campañas educativas no habían tenido efecto. Cualquiera se preguntaría, ¿entonces porque creer en que una nueva campaña educativa sí tendría éxito? y lo que yo respondería es que, depende de la campaña.
Sin ningún ánimo politiquero quiero recordar la eficiencia del programa de “conciencia ciudadana” llevado a cabo por el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus. Fue un programa que nos tocó a todos, los mimos en las calles haciendo respetar las cebras, los semáforos etc. Tanto así que hoy en día los Bogotanos respetamos estas normas de conducción. La campaña “no te desenfoques” no tocó a los Bogotanos y siguen sin llamar su atención, aun así eso no indica que cualquier campaña educativa sería ineficiente, cuando tenemos ejemplos de unas que sí funcionaron. En conclusión creo que es mas costo efectivo llevar a cabo una campaña educativa buena, que imponer multas más altas que no concientizan a la gente y no disminuyen realmente el índice de violación de la norma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario